Los cilindros o cañones son cilindros de azufre prensado, con una longitud que varía entre 9 y 10 cm, un diámetro de aproximadamente 2,5-3 cm y un peso que generalmente no supera los 100 g. Se frotan o se hacen rodar sobre la parte del cuerpo dolorida, en particular sobre el cuello. Después de unos segundos de aplicación, el azufre comienza a emitir un leve crujido, rompiéndose normalmente después de un par de minutos de uso. Los cilindros de azufre deben aplicarse en la zona afectada, haciéndolos girar durante unos 4-5 minutos. Durante este tiempo, se escucharán pequeños chasquidos que indican la acción del azufre, que absorbe las tensiones electrostáticas en la zona inflamada y dolorida, ofreciendo un alivio inmediato.