El horizonte de una verbena argentina es inconfundible. Los tallos altos y delgados de la verbena, que muestran delicadas flores de color lila en racimos apretados en la parte superior, crean una apariencia caprichosa de cabezas de flores flotantes que bailan con el viento. Su aspecto único lo convierte en una excelente opción para bordes y prados de flores silvestres, así como para jardines en terrazas para crear una especie de borde natural. Además de su belleza, la verbena es una gran planta hospedadora polinizadora. Las mariposas, en particular, adoran la verbena por sus fragantes flores llenas de néctar, pero no les importaría compartir el lugar con abejorros y mariquitas. Su nombre latino bonariensis en realidad proviene de Buenos Aires, donde se descubrió la planta.