‘¡Vale la pena el viaje!’ proclamaba la Guía Michelin. Apretujada en un coche vintage destartalado conducido por su excéntrico padre, Pascale Beale, de siete años, recorría Europa de un restaurante de tres estrellas a otro. Estos templos mundialmente famosos de La Haute Cuisine, Pere Bise, Paul Bocuse, La Pyramide, tuvieron un profundo efecto en sus aspiraciones culinarias, y era natural que eventualmente siguiera los pasos de sus ilustres chefs en el ámbito de la cocina. Estas peregrinaciones gastronómicas siempre dejaban atrás un lluvioso Londres y se dirigían al sur, hacia Francia y el verano. Su nuevo libro nos lleva allí también, tanto en título como en espíritu. Una sucesión de recetas deliciosas son como tantas paradas en un viaje por carretera favorito, cada una para ser saboreada en el camino, con amigos y familiares a cuestas. Con deliciosas fotografías que ilustran los menús tentadores, puedes imaginarte fácilmente tomando asiento en una mesa soleada y saboreando la esencia del verano en la comida que tienes delante.