Petit Gris de Rennes es un melón pequeño tipo charentais, siempre tan dulce y jugoso con pulpa de color naranja brillante. Su nombre se traduce como «poco gris» por el aspecto verde oscuro de su piel antes de madurar. Originalmente cultivado en el jardín del obispo de Rennes hace casi cuatrocientos años, ahora se incluye en el Arca del Sabor de Slow Food. Su asombrosa supervivencia hasta el día de hoy se debe, sin duda, a su dulzura de azúcar moreno y su intenso sabor, lo que la convierte en la crème de la crème de los melones franceses. Esta variedad tradicional fácil de cultivar llega temprano, lo que la convierte en una buena opción para los jardines del norte con temporadas cortas. Es perfecto para jardines y macetas más pequeños, con vides compactas que crecen hasta solo 90 cm y producen buenos rendimientos.