¡Glorioso ajo! Perfecto para guisos, sopas, salteados e incluso ensaladas, ¡prueba a añadirlo a un tajín o a un asado lento! Los copos de ajo son excelentes en aceites y vinagres infusionados o remojándolos con garbanzos y luego mezclándolos juntos es un gran comienzo para un hummus. El ajo seco se puede reconstituir. Solo media cucharadita de ajo seco representa un diente de ajo fresco. Se dice que el sabor del ajo seco es más fuerte que el del fresco. ¡Casi todas las cocinas de nuestro planeta han encontrado un papel importante en el ajo! Los europeos lo pican crudo y lo añaden a aderezos para ensaladas, o lo saltean y lo usan para dar sabor a sus salsas. Los cocineros asiáticos lo añaden a sus salteados; los cocineros indios a sus curries; los cocineros hispanos a carnes y verduras.