Este jabón, elaborado mediante un método de saponificación en frío, está hecho con aceite esencial de lavandín, manteca de coco, manteca de karité, aceite de girasol y aceite de colza. Decorado con auténticas flores de lavanda. ¿Qué es la saponificación en frío? El jabón sólido es el producto de una reacción química entre una materia grasa (aquí aceite vegetal, manteca vegetal...) y un álcali (la sosa). Este proceso, que se realiza a temperatura ambiente, permite transformar los aceites en jabón mientras se preservan sus propiedades naturales. El resultado es un jabón suave e hidratante para la piel, elaborado de manera artesanal y sin calor. La pequeña parte de los aceites y mantecas no saponificables tiene propiedades únicas, muy interesantes para la piel: efecto antioxidante, nutritivo, emoliente, suavizante, protector...