A mis hijos les encanta ver documentales de naturaleza, y uno de sus animales favoritos para aprender son los pingüinos. Lo que me pareció tan gracioso mientras miraba era cómo caminan los pingüinos: pasos lentos y pequeños que se asemejan más a un tambaleo que a una zancada. Pero cuando se meten en el agua, vuelan por todos lados como pequeños acróbatas en el mar. Esto fue una buena metáfora para nosotros: hay cosas en las que puede que no seamos los mejores y que, si nos volvemos demasiado conscientes de nosotros mismos, nos impiden experimentar las cosas en las que realmente somos buenos. Esa era mi esperanza para este hermoso brazalete lleno de pingüinos en diferentes fases de su tambaleo: que lo tomes paso a paso.