Un tinto a la imagen de las mamás que aseguran: intenso, generoso y lleno de sabiduría bien arraigada. Detrás de su color profundo, este Burdeos 2020 revela notas de frutas negras, una hermosa estructura y un final que perdura, como un buen recuerdo de la infancia. Es el vino de las confidencias alrededor de la mesa, de los platos guisados y de los "te lo dije" pronunciados con ternura. Para ofrecer a la mejor mamá del mundo, es decir, la suya, obviamente.