Crecí en el rural condado de Polk, Florida, donde el vinagre era tan común en la mesa como la sal y la pimienta. Mamá y papá lo echaban en todo: hojas de col y nabiza, repollo, guisantes de ojo negro, frijoles negros con arroz, habas, coliflor, espinacas, pescado, cerdo, lo que sea. Era sabroso, bajo en calorías y hacía que cada bocado cobrara vida. Bootleg Red toma esa simple tradición del vinagre y la lleva a otro nivel. Es mi salsa favorita para cerdo a la barbacoa, carne de res y, sobre todo, pollo frito crujiente. Pero es igual de buena en tus guarniciones favoritas, añadiendo un toque brillante y ácido que despierta cada sabor. Si estás listo para alejarte de las salsas barbacoa espesas y azucaradas, prueba Bootleg Red. Un poco rinde mucho: una probada y verás por qué me encanta.