Con nuestros divertidos juguetes de hojalata, puedes construir tu propia feria si hace demasiado frío fuera para montar en una noria y un carrusel, si estás enfermo o te sientes demasiado viejo o no te apetece una multitud de personas. Siéntate en la alfombra más adorable de la casa y déjate animar por los alegres visitantes, los payasos tontos y un poco espeluznantes, los monos que viajan en triciclos y los ambiciosos osos panda que tocan su tambor al ritmo de los carruseles arremolinados. Este carrusel no necesita ni máquina de vapor ni electricidad, tiene un resorte y, por lo tanto, es probablemente el más ecológico de su tipo. Aunque muestra una escena mucho menos espectacular que la escena final de un tal Alfred H., parece que hay mucha gente: todos los lugares están ocupados.