Originaria de Chipre, la mandora es una fruta híbrida que resulta de la polinización cruzada entre mandarina y naranja. Una mezcla sutil y delicada que ofrece un aceite esencial en los bordes entre las dos frutas; dulce como la naranja, brillante como la mandarina. Decididamente refrescante, combina perfectamente con los acordes de colonia y perfuma suavemente tu interior. En el olfato, fuerte en su riqueza en limoneno, ayuda a prevenir las infecciones virales, especialmente durante el gran frescor invernal. Se recomienda cuando hay estrés, agitación o incluso nerviosismo, con el fin de brindar consuelo, encontrar el sueño mientras se reducen los estados de ansiedad.