Ylang ylang, que significa «flor de flores» en malayo, evoca la feminidad y, en particular, las vahinés de Gauguin, que durante mucho tiempo fueron la fantasía de los europeos y navegantes de todo tipo. Originalmente crecía en el sudeste asiático y se usaba tradicionalmente en las islas, para convertirse hoy en un imprescindible de las perfumerías por su fragancia exótica. La destilación de las flores frescas, realizada de manera fraccionada, permite obtener diferentes calidades de aceite esencial de Ylang ylang. Las fracciones extra superior y extra primera están destinadas a la perfumería de lujo, las fracciones segunda y tercera se utilizan más bien para cosméticos, jabones y detergentes, mientras que la fracción «completa» o «totum», que requiere una destilación continua de más de 10 horas, está reservada para la aromaterapia (mezcla de todas las calidades).