Fresco, limpio y discretamente reconfortante: un soplo de calma en forma de vela. Esta mezcla revitalizante equilibra la claridad nítida del eucalipto con la suavidad reconfortante de la lavanda, creando un aroma que se siente como aire fresco a través de ventanas abiertas. Acordes verdes añaden un brillo frondoso, mientras que las notas cálidas de cedro y sándalo aportan profundidad y quietud. Vertida a mano en el Distrito de los Lagos, Lavanda y Eucalipto es tu exhalación diaria, perfecta para comienzos tempranos, baños nocturnos o cuando la vida pide un momento de paz.