En Las Artes: Pintura (1898), una joven sostiene una vibrante flor roja, simbolizando la profunda admiración de Alphonse Mucha por el mundo natural. Parte de una serie de cuatro paneles que celebran las cuatro artes, se abstuvo de representar las herramientas típicas de los artistas (pincel, pluma, instrumentos musicales, etc.) y en su lugar situó cada una de las artes contra un fondo relacionado con un momento del día: en Danza, hay hojas que caen sopladas por la brisa de la mañana; en Pintura (¡vista aquí!), hay luz brillante del día y arcoíris; Poesía muestra el crepúsculo con una estrella de la tarde temprana; por último, Música representa ruiseñores dando la bienvenida a la salida de la luna.