El amor de Dios por ti es inmutable y sus promesas son verdaderas. Puedes elegir creer en la constante efusión de gracia que tiene para ti desde el momento en que te despiertas hasta en el momento en que te acuestas a dormir. Al reflexionar sobre estas entradas devocionales, las Escrituras y las oraciones, centra tu perspectiva y medita en las cosas que producen vida y alegría, paz y consuelo. Pase el principio y el final de su día con Dios, experimentando su bondad y su frescor en su presencia. Evalúe cada momento a la luz de la verdad de Dios. Admire al Padre que da más allá de sus sueños más descabellados. Reclama su gracia sobre tu vida y camina con confianza, sabiendo que él te dará la fuerza que necesitas para salir adelante cada día.