La maravilla de la imaginación de Hieronymus Bosch es evidente en esta criatura de su pintura de la Tentación de San Antonio. El molinillo en su cabeza adulta denota necedad, el andador primitivo su falta de equilibrio, y el recipiente de agua sin brazos para levantarlo un sentido de impotencia. Es una visión oscura de la humanidad aligerada por el humor. Acabado: Latón macizo, electrochapado con plata que no se deslustrará, impresión giclée. Empaquetado en funda de plástico PET reciclado con tarjeta de procedencia.