Cuando hablamos de espresso, siempre estamos encantados de presentarles nuestro Santos, suave y ligeramente perfumado. Por su sabor y su precio, este oro negro tiene su lugar entre nosotros. Desde el primer día de la aventura, el Santos de Brasil ha sido el grano que más hemos tostado. De hecho, está presente en nuestra mezcla casera y está disponible en origen puro. Es especialmente dulce y poco fragante, lo que es un gran placer para los bebedores ocasionales o para quienes les gusta acostarse. Para su café matutino con leche, Santos también es ideal. Su dulzor se mezcla bien con la leche y el azúcar, por lo que se adapta al consumo de todos. La llegada del grano de Santos a los tostadores normandos fue obvia, una base en nuestra selección. Mucho antes del moca etíope, fue el primer grano que se ofreció como café especial antes de la proliferación de cafés 100% arábicas.