El álbum debut de The Dead Kennedy ofrecía un híbrido perfecto de humor y polémica unido a un chasis musical tan irritante e ingenioso como las fulminantes bandas de Jello Biafra. Esas letras, crueles en su precisión, eran reveladoras. Pero no habría funcionado si los sonidos subyacentes no fueran una ráfaga tan alborotadora, la parafina a la llama desnuda de Biafra. La continua influencia de Dead Kennedys es un logro extraordinario para una banda que prácticamente no tocaba en la radio y que solo publicaba discos en sellos independientes. El libro utiliza docenas de entrevistas de primera mano, fotos y obras de arte originales para ofrecer una nueva perspectiva sobre un grupo que se vería envuelto en una controversia casi desde el principio. Aplaude el papel clave de la banda en la transformación de la retórica punk, tanto polémica como musical, en algo genuinamente amenazante y enormemente divertido.