Vaso semicircular modelado a mano en torno en gres natural. La pieza es de doble cara, lisa por un lado y acanalada por el otro. Se lleva muy bien en soledad, pero siempre recibe con gusto la compañía de una flor. La estética de Jenni Oh se sitúa a medio camino entre Oriente y Occidente, con influencias que van desde las antiguas cerámicas japonesas, coreanas y chinas hasta el diseño escandinavo de mediados del siglo pasado, pasando por la Bauhaus e incluso la cultura kawaii. Un derroche de energía creativa que no conoce fronteras. Con un vivo interés en apoyar el arte popular en un contexto moderno, su objetivo es proporcionar una alternativa válida a la producción en masa y volver a centrar la atención en la naturaleza enriquecedora de los productos hechos a mano. Añadir belleza a lo cotidiano. (Los productos pueden presentar ligeras variaciones respecto a las imágenes ya que son el resultado de un complejo proceso artesanal destinado a hacer que cada pieza sea realmente única.)