Raphael es un arcángel hebreo, cristiano e islámico, y se le atribuyen grandes poderes de sanación. Sus roles son muy complejos y sus leyendas y atribuciones son numerosas. Raphael se identifica en compañía y en alianza con los otros cuatro arcángeles bien conocidos, Miguel, Gabriel, Uriel y Suriel. Los cristianos lo consideran el santo patrón de cualquiera en las artes de la curación o profesiones médicas. También es invocado por amantes y casamenteros para bendiciones, y se cree que cuida de los viajeros y ayuda a aquellos con ceguera o discapacidad visual. Quizás lo más interesante para los practicantes de magia y artes ceremoniales son las correspondencias de los Arcángeles con las direcciones y elementos. Raphael canaliza el Aire en el Este, Miguel guarda el Fuego en el Sur, Gabriel trae el Agua en el Oeste, y Uriel gobierna la Tierra en el Norte. Los Arcángeles a su vez gobiernan sobre los Reyes Elementales, Paralda (Aire), Djinn (Fuego), Nixsa (Agua) y Ghobe (Tierra). Mis versiones de estos aceites devocionales también están diseñadas para ser armoniosas al usarse con los aceites correspondientes de los Reyes Elementales. En este sistema, Raphael es el poder angélico superior de Paralda, el Rey Elemental del Aire, Miguel es la energía rarificada de Djinn, el Rey del Fuego, Gabriel es la octava superior de Nixsa, el Rey Elemental del Agua, y Uriel es el gobernante exaltado de Ghobe, Rey del elemento Tierra.