Se sabe que las conchas de cauri traen buena suerte y protegen el espíritu de quien las lleva puestas, y muchas tribus las utilizan en ceremonias espirituales. También son un signo de feminidad y fertilidad, y las mujeres a menudo los usan no solo para ayudarlas a concebir, sino también para ayudarlas a dar a luz de manera segura. Si te atrae una concha de cauri, se dice que llevas dentro de ti la fuerza del océano. Esto proviene de la antigua leyenda de Yemaya (la diosa del océano). Conocida cariñosamente como la «mamá del agua», Yemaya es vista como una diosa poderosa que puede conectarse e influir en todos los humanos de la tierra, así como con otras deidades. Cuando la gente le agradaba, hacía que el océano arrastrara conchas de cauri hasta la playa.