© copyright | todos los derechos reservados Este busto no es solo una escultura, sino una declaración de identidad y resiliencia. Las grietas doradas que recorren la obra no son daños que ocultar, sino heridas curadas con conciencia: evocan el kintsugi, el arte japonés de reparar la cerámica rota con oro. En esta práctica, lo que está roto no se descarta, se exalta. Las cicatrices se convierten en signos de historia, no de debilidad. En una época que nos exige perfección, esta obra responde: la verdadera belleza nace de lo que ha sido roto y recompuesto. * Impresión HD * Papel de museo de alta calidad * medidas disponibles: 30x40cm, 50x70cm, 70x100cm (blanco incluido) * certificado de autenticidad * marco no incluido