Anna Desnitskaya nos lleva a conocer a dos niños: Lukas acaba de salir de la capital chilena para mudarse cerca del mar, Vera siempre ha vivido en Kamchatka, en el extremo este de Rusia. De una orilla a la otra del océano que los separa, todos tienen la sensación de vivir en el «fin del mundo» y sueñan con tener por fin un verdadero amigo. Sin saberlo, acabarán enviando el mismo mensaje en código morse al horizonte con el haz de su linterna. Las señales luminosas se cruzarán, subvirtiendo el significado de leer el libro y brindando a todos la tan esperada señal: estoy aquí, quiero conocerte.