Este trigo milenario le da a la harina características importantes, es rico en fibra, vitaminas y minerales como el zinc, el selenio y el magnesio, y también tiene un alto poder antioxidante. La combinación con bayas y yogur nació porque este tipo de harina tiene un sabor muy fuerte y, por lo tanto, era necesario reequilibrar todo para darle al producto un sabor agradable. El resultado es una galleta muy equilibrada. Perfecto cuando se combina con yogur o se remoja en leche, muy bueno incluso se come solo para un refrigerio.