Cada año, con el fin del verano, llega un ritual tradicional que celebran los deportistas estadounidenses de todo el mundo. Coge las armas y carga a los perros: ¡es temporada de caza de aves! Ya sea cazando codornices en los frondosos parajes del sur de Texas, trepando por las rocosas cordilleras occidentales en busca de chukares salvajes o caminando por los campos de faisanes con tu fiel perro a tu lado, la caza de aves es una buena excusa para salir y disfrutar del aire libre. Una vez finalizada la cacería, es hora de dar las gracias a Dios por un exitoso día en el campo, relajarse alrededor del fuego y disfrutar de unos pájaros envueltos en tocino rellenos de jalapeños, ¡mmm-mmm!