Las botellas de laboratorio con atomizador tienen una estructura de color blanco lechoso y un tapón con boquilla. La estructura elástica de polietileno de baja densidad (LDPE) permite presionar la botella muy fácilmente, permitiendo dosificar el líquido con mucha precisión. El tubo rociador llega hasta el fondo del frasco y permite así un vaciado óptimo del mismo. La botella con atomizador tiene una capacidad de 500 ml.