Notas: té blanco, flor de algodón, mandarina, jazmín, lavanda, bergamota, cedro, palo santo Te acomodas en el sillón, el cojín ya moldeado a tu forma por las noches pasadas. La lámpara de lectura a tu lado emite un cálido resplandor dorado, capturando el suave subir y bajar de tu gato somnoliento, acurrucado contento en la esquina. La manta colgada sobre el brazo parece que siempre ha estado allí esperando. También lo ha estado la pila de libros, con lomos suavizados, páginas ligeramente curvadas, historias listas para ser vividas de nuevo. La habitación lleva el aroma de la calma: suave té blanco flotando en el aire, iluminado por un toque de mandarina y arraigado por la comodidad de la lavanda.