Dos aceites potentes se unen en esta lujosa mezcla mezclada con flores secas de hibisco y un agradable aroma tropical de mango y leche de coco. Aceite monoi El aceite de monoi es un aceite infundido elaborado al remojar los pétalos de la flor de Tiaré, también conocida como gardenia tahitiana, en aceite de coco puro. Tanto la flor como el aceite son originarios de la Polinesia Francesa. Durante siglos, los polinesios usaron el aceite para ungir a los recién nacidos, purificar objetos e hidratar su cabello y piel. Aceite de macadamia La mayoría de la gente sabe que el aceite de macadamia es bueno por dentro, pero un hecho menos conocido es que también es excelente para la piel, el cabello y las uñas. Se ha descubierto que el aceite de macadamia retrasa los signos del envejecimiento y puede mejorar la apariencia de las cicatrices y otras irritaciones leves de la piel. Flores secas de hibisco Este alto contenido de mucílago del hibisco mejora la capacidad de la piel para retener la humedad, que es un factor clave para mantener un cutis joven. Las cualidades naturalmente ricas en humedad del hibisco ayudan a que la piel se mantenga hidratada y suave.