Esta verdura, la más querida por los napolitanos, también se llama broccoletti, rapini, brócoli di rape o cime di rapa, según la región de Italia en la que se enamoraron de ella. Cultivado en otoño e invierno en las tierras volcánicas que nutren el Vesubio, en el templado sur de Italia, tiene cualidades antioxidantes y es rico en calcio, magnesio, fósforo, hierro y vitaminas A, C y K. Su sabor pronunciado, agradablemente amargo, ligeramente picante y ligeramente a nuez, es ideal para platos de carne o bacalao, bruschetta y pizza, y brilla especialmente en un plato icónico de Apulia: orecchiettes con friarielli y salchichas.