Después del asesinato de dos expertos en kung fu, Bruce, un inspector de policía de Nueva Zelanda, decide involucrarse en el caso a pesar de estar solo de vacaciones en Hong Kong. En la escena del asesinato más reciente, la víctima logró arrancar un colgante de Buda del asesino. El vínculo entre los dos asesinatos son las extrañas marcas en el cuello de las víctimas. Bruce sigue los últimos pasos de las víctimas y la búsqueda lo lleva a rastrear a expertos en Kung Fu de Dedo de Hierro.