Este cuadro floral texturizado presenta delicadas nomeolvides blancas sobre un suave fondo azul cielo. Aunque tradicionalmente azules, estas flores blancas evocan pureza y recuerdo, simbolizando amor duradero, lealtad y presencia fiel. En relación con el Fruto del Espíritu - Fidelidad, las nomeolvides sirven como una hermosa metáfora visual. Así como la flor nos recuerda suavemente que no olvidemos, la fidelidad nos llama a recordar las promesas de Dios y a permanecer leales en nuestro amor por Él y por los demás. La fidelidad es el corazón constante que se mantiene fiel a través de las estaciones de espera y silencio, al igual que estas flores que florecen silenciosa pero persistentemente. Esta pieza es un recordatorio de que incluso los actos más pequeños y simples de devoción son notados y profundamente significativos a los ojos de Dios. 20" x 10" x 0,5"