Hornear cupcakes es una experiencia placentera y gratificante, no solo para el cocinero casero, sino también para la familia y amigos que se reúnen para disfrutar los frutos del trabajo. Tan rápidos y deliciosos, se pueden hacer cuando los amigos vienen de visita o simplemente por capricho en una tarde perezosa. Desde la simple belleza de un cupcake sencillo con glaseado blanco y una cereza confitada, hasta un pequeño pastel bellamente decorado con ganache de chocolate negro y flores de glaseado de mantequilla, son una forma para que el cocinero inventivo muestre sus talentos e imaginación. Para muchas personas, un lote de cupcakes es un lienzo en blanco sobre el cual pintar y decorar, para mostrar sus verdaderos talentos artísticos; para otros, siguen siendo simplemente un pastel rápido de hacer y cocinar, y delicioso.