Aceite de cáñamo orgánico francés Para pieles problemáticas y cabellos secos El aceite de cáñamo es una joya de la naturaleza. Gracias a su riqueza en omegas 3 y 6 y en vitaminas (A, B1, B2, B6, C, D, E), está lleno de beneficios cosméticos. Poco graso al aplicarlo, nutre profundamente las pieles secas y dañadas, dejando una sensación suave. Sus propiedades antioxidantes lo convierten en un aliado valioso contra el envejecimiento cutáneo: reafirma la piel y le devuelve el brillo. Perfecto para pieles sensibles, el aceite de cáñamo es naturalmente antiinflamatorio. Ayuda a calmar el enrojecimiento y alivia las inflamaciones relacionadas con el acné, la psoriasis o el eccema. En cuanto al cabello, su riqueza en proteínas y ácidos grasos permite reparar las longitudes dañadas, aportando volumen y brillo al cabello opaco o fino. ✨ Suero día/noche • Desmaquillante • Aceite de cuidado Formato de aceite puro, utilizable solo o en combinación. 📍 Origen Nuestro aceite de cáñamo proviene de semillas cultivadas en Bretaña, en agricultura biológica. Se obtiene por presión en frío para conservar todas sus propiedades. 🔬 Activos clave Omegas 3 y 6: refuerzan la barrera cutánea Vitamina E: potente antioxidante Acción reparadora y regeneradora 💡 Consejos de uso ¿Para qué tipo de piel? Piel delicada: fina, sensible a las variaciones (temperatura, contaminación, alimentación), que se marca fácilmente Piel madura: presencia de arrugas, líneas finas Frecuencia Cada día, sobre el rostro ligeramente humedecido Por la mañana, como cuidado protector Por la noche, como suero regenerador En el cabello seco o fino, para devolverle brillo y firmeza En combinación ideal con: Agua floral de helicriso italiano → para pieles maduras Aceite de almendra dulce → para pieles delicadas Mascarilla exfoliante iluminadora → unas gotas de aceite en la mezcla para potenciar el efecto de cuidado 🌱 Anécdota verde El cáñamo es una planta increíblemente ecológica. ¡Una hectárea de cáñamo absorbe tanto CO₂ como un bosque! Sus raíces profundas drenan y purifican los suelos, e incluso se ha utilizado para descontaminar zonas contaminadas como la de Chernóbil.