En 1816, el Dr. David Brewster de Escocia fue el primero en colocar espejos y objetos en un tubo y llamarlo caleidoscopio. Hasta el día de hoy, el caleidoscopio es un regalo superventas que ayuda a cualquiera a encontrar la belleza del mundo. Cuando no genera patrones visuales, es igual de cómodo como accesorio de escritorio para herramientas de escritura. La distribución del peso de sus espejos dentro de su núcleo unibody lo hace increíblemente robusto y equilibrado. - Montado sin ningún tipo de pegamento gracias a la avanzada tecnología de tallado láser, que prolonga la vida útil por décadas. - Los bordes triangulares con esquinas redondeadas en cada borde se obtienen lijando hasta ángulos muy finos.