Ninguna otra flor irradia tanta extravagancia con su presencia. La flor de hibisco destaca por su color rojo intenso y su forma expansiva. El estigma con forma de cabeza de elefante aún recuerda el origen del sudeste asiático de esta belleza exótica. El hibisco ya encantaba a dioses y humanos hace milenios. Según la mitología india, se dice que no se debe tocar la flor de hibisco si no ha sido consagrada por la diosa Kali, ya que podrían saltar espíritus malignos sobre uno. Hoy en día, se considera la flor nacional de Hawái, que se entrega a los invitados como regalo de bienvenida en importantes recepciones de estado.