La líder de las bandas icónicas e iconoclastas Bikini Kill y Le Tigre escribe sus memorias, para los fanáticos de ella, los fanáticos del punk, los fanáticos de atreverse a hacer lo que quieren hacer. Aquí Kathleen Hanna recorre su infancia llena de conflictos a través de sus años de collage y los días de sus primeros shows. Demuestra que ser mujer en una banda punk tenía sus riesgos inherentes: situaciones en las que la subcultura se enfrentaba a problemas de violencia masculina, un género que fue un catalizador de controversia que exigía una determinación desmesurada para perseverar. A través de estas dificultades, Hanna narra sus relaciones con otros artistas que la ayudaron a seguir adelante: su relación con Ad-Rock of the Beastie Boys, su lucha contra la enfermedad de Lyme y el crecimiento de otros esfuerzos artísticos durante y después del movimiento Riot Grrrl, que critica.