Los cuencos tibetanos se han utilizado durante siglos para la meditación y la curación al restaurar la armonía del cuerpo, la mente y el alma. Este cuenco está hecho totalmente a mano por maestros artesanos. La lámina de bronce se moldea batiendo, martillando y forjando a mano hasta que se forme la forma. El material de bronce proporciona un sonido mucho más auténtico y de alta calidad. El bronce es el mejor material para los cuencos cantantes y moldear a mano una lámina de bronce es la forma tradicional y mejor de crear un cuenco verdaderamente hermoso e individual. Esto no debe confundirse con los cuencos de fundición o latón más baratos, que aún pueden ser un producto hermoso, pero son un material y un método más rentables, lo que resulta en un sonido y una apariencia menos agradables.