Son las flores no florecidas de un arbusto espontáneo que en la isla de Pantelleria ha encontrado su hábitat ideal gracias a las rocas volcánicas, a las grietas de los muros en terrazas bien expuestas al sol que produce con vigor un producto de calidad. Los alcaparrones, una vez recolectados, se dividen según su tamaño y se salan con sal marina; solo después de ser salados, los capullos liberan todo su aroma típicamente ácido y picante. Las alcaparras en sal son un ingrediente esencial en la cocina de Pantelleria y en la internacional. Ideales para ensaladas, platos fríos como el vitello tonnato, o calientes como la salsa puttanesca. Antes de consumir el producto, desalarlo con agua y escurrirlo; una vez hecho esto, se pueden conservar en aceite listos para ser consumidos.