Un ramo de hierbas de romero y salvia de un panorama desértico mezclado con ramitas brillantes de cítricos y leñosas. Lila florece cerca y ofrece follaje y flores para la querida abeja. Cada vela, con su embriagador aroma a miel, tiene su historia que compartir mientras se quema. Fragancias que evocan las historias de lugares sagrados de la tierra donde las abejas buscan polen y néctar de la mejor flora del sur solo para llevarla de vuelta a una bonita casa y colocarla con tanto cuidado en bolsillos hexagonales perfectamente tirados para transformarse, como por arte de magia, en miel dorada.