Con este pequeño amigo de cuatro patas, por fin puedes cumplir tu anhelado deseo de criar un cachorro pequeño y además es muy fácil de cuidar, ya que no necesita comida ni paseos. Es suficiente para él cuando le das la vuelta a la varilla metálica que lleva en la espalda y se pone muy contento cuando lo sueltan de nuevo. Es cierto que esto suena un poco extraño, ¡pero cómo mueve la cola y da vueltas en círculos con mucha emoción! Para que pueda comunicarse contigo de otra manera, sus orejas se mueven y zumban de alegría. En los días especialmente grises, parece que se alegra aún más... pero esa es solo nuestra impresión.