Una oda a uno de los postres más extendidos del mundo, más allá de las fronteras de Portugal, que agita los espíritus y recaptura recuerdos, llena estómagos y calienta corazones. En restaurantes de alta cocina y panaderías, hechos de vino y sangre (¡sí!), se replican en esta revista más allá de lo que comúnmente se piensa sobre su potencial. De muchas caras – la rabanada – desde lo dulce a lo salado, desde lo bello a lo feo, desde las características perfectamente geométricas hasta el trozo de pan deformado, para nosotros – Farta – ¡la forma tiene prioridad! No en menor medida porque el objeto físico en tus manos ahora es un alivio para los ojos, ofreciendo una de las conexiones familiares más profundas a través de la excelencia de su simplicidad. Y así se cumple la función.