Esta fina réplica de un dios sentado es típica de las miles de estatuas que se han encontrado en América Central, que datan desde el año 1500 a.C. hasta la Conquista Española en el siglo XVI. Las culturas variaron enormemente a lo largo del tiempo y se centraron en diferentes partes de América Central, desde los olmecas, toltecas, zapotecas hasta las más famosas civilizaciones mayas y aztecas. Sin embargo, muchos de los dioses eran universales para todas las civilizaciones. Los españoles, en su celo cristiano, destruyeron la mayoría de los registros de las culturas que conquistaron, por lo que la identificación de las muchas estatuas y dioses es muy difícil. En este caso, la corona de turquesa y la posición sentada observando su entorno indican que esta podría ser una de las muchas imágenes del dios azteca del fuego Xiutecuhtli.