El cuarzo turmalina simboliza la unión y la felicidad. En la China imperial, esta piedra era conocida como cristal de armonía, capaz de equilibrar las fuerzas del Yin y el Yang. Su capacidad para transmutar y purificar la energía negativa, la convierte en una gran herramienta para desbloquear los chakras. Se trata de un cristal que combina la energía del cuarzo hialino con la de la turmalina negra, lo que lo hace muy potente para la protección y la conversión de los pensamientos negativos en positivos. En términos emocionales, se trata de un cristal que reacciona de forma muy sensible a las diferentes emociones de las personas. Es bueno para eliminar las tensiones y armonizar los sentimientos, ya que aumenta la tolerancia y predispone a la aceptación de las diferencias. El cuarzo turmalina transmite tranquilidad. Te ayuda a encontrar formas inesperadas de soportar mejor los momentos más complicados de la vida.