Este libro ilustrado sigue la incipiente amistad entre dos niñas que se conocen en el mercado de agricultores local y nos recuerda que la comida es el gran unificador de toda la humanidad. Cuando una familia de granjeros lleva sus cultivos de primavera al mercado de agricultores de la ciudad, la hija del granjero se hace amiga de la hija de una familia del vecindario que hace sus compras semanales. A lo largo de un año, las niñas exploran la abundancia de cada estación. Las dulces fresas de primavera y las crujientes y frescas verduras dan paso al maíz en mazorca, los pimientos y un arcoíris de tomates. El otoño trae calabazas y el crujido de las manzanas. Las amigas se despiden en el último mercado de invierno, ya esperando las dulces fresas rojas que las unirán de nuevo la próxima primavera. La primavera es para las fresas nos recuerda buscar el placer en las cosechas cambiantes a nuestro alrededor, y que todas las cosas, incluso las amistades, tienen estaciones que vale la pena esperar. 32 págs. | 23 imágenes a color