El aceite de jojoba infundido proviene de la producción ecológica del sur de Francia. Regula, suaviza y protege la epidermis de la deshidratación al no dejar película en la superficie. La jojoba calma la inflamación y repara la piel dañada. Es muy popular entre las pieles sensibles. Regenera la piel y mantiene su elasticidad luchando contra el envejecimiento. Los capullos de rosa infundidos hidratan profundamente y protegen la piel de la contaminación. El cuarzo rosa energiza y desintoxica tu piel, aporta suavidad y confianza. Es un símbolo de paz interior y de dejarse llevar. Modo de empleo: Aplica el aceite al final de tu rutina, sobre el rostro limpio. Masajea tu piel hasta la penetración completa. También puedes usarlo como aceite limpiador.