Es 1981, Janet Ellis está en vivo en Blue Peter, está haciendo algo emocionante con tubos de papel higiénico y papel de seda (bueno, fue antes de Internet). Más tarde, mientras conduce ella y su hija a su casa, sale en la radio Ghost Town de The Specials. Inocentemente, cantan. Lo que no sabía, en ese momento, era que este sería un momento de entrada a un mundo de delitos graves en la mente joven e impresionable de su hija, Sophie. Veinte años después, en 2001, escapó por poco de una sentencia de prisión por delitos contra la música tras escribir Murder on the Dance Floor. Historia verdadera. Impresión giclée fechada y firmada sobre papel FSC de 220 g/m².