Nuestras cajas de madera recicladas vienen en cuatro versiones diferentes: reglas antiguas o lápices de colores para los nostálgicos de la infancia, llaves de teléfono o placas de circuitos de ordenador en desuso para los amantes de la tecnología y para todos aquellos a los que todavía les guste. En lugar de tirar los crayones gastados o las llaves del teléfono de la Edad de Piedra, hemos encontrado una solución mucho más inteligente: las sobras, las piezas viejas o aparentemente inútiles encuentran su nueva función en guardar cosas pequeñas. Todo lo que no mida más de 5,2 cm, ni más ancho que 7,1 cm ni más largo que 12,2 cm, puede encontrar su lugar de forma fácil y segura en esta pequeña y robusta caja de reglas.