La historia del ferrocarril estadounidense está llena de relatos de desventuras. Las calderas de vapor explotaron. Los puentes se derrumbaron bajo el peso de motores pesados. Las locomotoras se estrellaron de frente debido a fallas en la señal. Los vehículos de pasajeros se descarrilaron, a menudo con resultados nefastos. Los vagones de madera de construcción ligera se partieron al impactar y los escombros a menudo se incendiaban a causa de las brasas de las estufas de hierro utilizadas para la calefacción. A mediados del siglo XIX, el ferrocarril estadounidense estaba floreciendo, un crecimiento demasiado rápido para que las operaciones fueran seguras. A pesar de las sombrías estadísticas sobre los accidentes de tren que se produjeron en el siglo XIX y principios del XX, no podemos evitar encontrar interesantes las fotografías e impresiones públicas de la época. Cuando cojas este maravilloso libro, te será difícil dejarlo. 184 págs. | 298 fotografías en b/n