El béisbol es el juego más estadounidense. Ningún otro concurso deportivo refleja tan de cerca la psique y la cultura estadounidenses. Su singularidad proviene del hecho de que una parte del juego está claramente definida y no ha cambiado desde que comenzó el juego, mientras que otra parte del juego fluctúa y cambia constantemente. Y si el béisbol es el juego estadounidense más auténtico, los Doughboys de la Gran Guerra fueron sus defensores más leales. En 1918, había más de cuatro millones de ellos: dos millones en Francia luchando en la ofensiva Mosa-Argonne y otros dos millones en campos de entrenamiento en los Estados Unidos esperando su turno para cruzar el Atlántico hacia el frente occidental. Jugando donde podían encontrar suficiente espacio para lanzar una pelota, llevaron el juego consigo a las líneas del frente y luego a la ocupación de Alemania. Compartieron su servicio militar, en combate y en el campo del béisbol, varios famosos jugadores profesionales de béisbol, directivos, abogados, políticos e incluso un árbitro. 256 págs. | 158 imágenes en color y b/n