Historia Sylvia debe su nombre a Sylvia atricapilla, la curruca de cabeza negra, un pájaro presente en nuestros paisajes de Aquitania. Se alimenta de numerosas bayas, especialmente de saúco. Este licor evoca un paseo por el corazón del terruño bordelés y los momentos de compartir en familia y entre amigos que se asocian con él. Con su color ligeramente dorado, este licor de ginebra suave y reconfortante recuerda las veladas prolongadas en los días bonitos. Concepción Fruto de una colaboración con la destilería Des Moisans, ubicada en Sireuil, al sur de Cognac, Sylvia se basa en el ensamblaje, un método de fabricación ancestral comúnmente utilizado en la elaboración de Cognacs o Whiskys. Esta técnica, muy extendida en el universo vitivinícola, forma parte del ADN de la Maison Mounicq y consiste en ensamblar diferentes aguardientes para crear un solo licor excepcional. Elaborada a partir de las variedades de uva emblemáticas de la región (Cabernet-Franc, Cabernet Sauvignon, Merlot y Sémillon), Sylvia nació del encuentro entre el London Dry Gin Avem Hippolais y una maceración de flores de saúco. Luego buscamos la perfecta armonía entre la frescura de la ginebra, la golosidad y la suavidad de las flores de saúco, todo ligeramente azucarado para dar lugar a un licor de ginebra tentador, singular y complejo. Perfil aromático Un bouquet perfumado donde la frescura de Hippolais se mezcla con la suavidad de la flor de saúco. Las notas de enebro ligeramente amargas se equilibran con un toque goloso y delicadamente azucarado. Franca y refrescante, la entrada en boca revela inmediatamente una tensión llevada por notas cítricas y una redondez floral. Su textura es amplia, ligeramente almibarada, lo que hace que Sylvia sea particularmente suave y agradable al paladar. La flor de saúco aporta cálidas notas primaverales ligeramente almizcladas, mientras que sus orígenes vínicos le aportan estructura y carácter. Persistente, Sylvia deja una huella fresca y golosa llevada por sus notas de flor blanca que tienden a aromas ligeramente ácidos, no sin recordarnos algunos caramelos de nuestra infancia. Consejo de degustación Sylvia se degusta preferentemente refrescada, en un vaso escarchado o con hielo. Nuestro licor de ginebra se expresará igualmente bien acompañado de un tónico. Recomendamos un tónico poco azucarado y ligeramente amargo. Puedes incorporar algunas bayas de enebro para contrarrestar la redondez. Para los más golosos, también será agradable utilizar un tónico perfumado con flor de saúco. Más atípica, nuestra creación será una aliada perfecta para tus Spritz. Sus orígenes vínicos se combinarán perfectamente con un espumoso como un crémant de Burdeos para jugar la carta local. (Por ejemplo, el "B" de nuestros amigos del castillo de Bonhoste será tu aliada ideal para un spritz refinado y elegante.) Sylvia podrá disfrutarse en numerosas creaciones, ya seas aficionado o profesional.